A la belleza de Xochimilco con sus canales, trajineras multicolor con nombres propios y la misteriosa Isla de las muñecas se suma ¡una zona arqueológica! En Santa Cruz Acalpixca vivieron numerosos pueblos preclásicos, asentados a los pies del Cerro Cuahilama.
¿Qué es el Proyecto Cuahilama-Piedra Larga?
En los últimos años la comunidad de Santa Cruz Acalpixca, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Autoridad de la Zona Patrimonio Mundial y la Alcaldía Xochimilco han puesto en marcha una serie de acciones integrales de investigación, restauración y conservaciónsobre los monumentos del horizonte Posclásico Tardío (1200-1521 d.C.).
En los trabajos realizados por la Dirección de Salvamento Arqueológico se detalla el gran valor que tiene Santa Cruz Acalpixca para la arqueología y la historia del sur de la Cuenca de México. Ante la expansión de la mancha urbana estaba en riesgo y abandono, por lo que las labores de rescate contaron con diversas instituciones.
Participaron el Taller de Drones y Fotogrametría de la Dirección de Estudios Arqueológicos, el Taller de Señalética de la Dirección de Operación de Sitios y la Subdirección de Bienes Inmuebles Arqueológicos de la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas e Históricas del INAH.
Hasta el momento se realizaron tareas de reconocimiento de elementos arquitectónicos, recolección de materiales arqueológicos en superficie, levantamiento topográfico, restauración y conservación. El reconocimiento de Piedra Larga fue prioritario porque está fuera de la Zona Patrimonio Mundial.
El objetivo fundamental del Proyecto Cuahilama-Piedra Larga es “consolidar la protección técnica y legal de la poligonal de la Zona Patrimonio Mundial sobre la Zona de Monumentos Arqueológicos de Santa Cruz Acalpixca/Cerro de Cuahilama”, precisaron a Chilango desde el INAH.
La investigación tomó en cuenta el papel socioeconómico de los sitios del área dentro del proceso de expansión del poderío mexica; los componentes geográficos, biológicos y culturales del paisaje; la ocupación de los sitios, su función, complejidad local y regional; la filiación cultural presente, y los motivos de su abandono.
“La pervivencia de uno de los sitios arqueológicos más emblemáticos, ubicado al interior de la Zona Patrimonio Mundial, para las futuras generaciones permitirá la preservación de la memoria cultural e histórica, fomentando el respeto y conocimiento de la historia, la geografía y el patrimonio arqueológico que Xochimilco tiene”, detallaron expertos.
¿Cuál es la historia de Santa Cruz Acalpixca?
El señor de Xochimilca, Acatonalli, colonizó el sitio arqueológico de Cuahilama alrededor de 1265. El asentamiento se usó como observatorio, santuario y de acceso a la cima del cerro, a través de una calzada. Su nombre proviene del náhuatl que significa “cabeza de anciana”.
La investigación histórica del lugar permite suponer que los grupos de Cuicuilco, Copilco y Tlatilco ocuparon el sitio y sobrevivieron utilizando un sistema de chinampas —construcción de parcelas sobre el agua—, en las que cultivaron chile, frijol, calabaza y maíz.
En su esplendor fue probablemente un área ceremonial, que se ubicó junto a parcelas agrícolas en terrazas, las zonas residenciales cubrían gran parte del área, así como los lugares en los que los primeros xochimilcas realizaban un entrenamiento militar. Este lugar resguarda los vestigios y la memoria de los primeros pobladores de Xochimilco.
¿Qué son los petroglifos xochimilcas?
En esta Zona Patrimonio Mundial Natural y Cultural hay varios petroglifos, un arte rupestre de imágenes grabadas o pintadas sobre rocas, en las que se representaron las actividades cotidianas de los pobladores en 919 d. C. A las pinturas de este tipo se le considera el antecedente más cercano a la escritura.
Los vestigios gráfico-rupestres, tallados entre 1450 y 1521, se dieron a conocer por Nicolás Islas y Bustamante en 1894, quien envió una serie de fotografías al Museo Nacional de México. En los últimos 50 años los petroglifos se estudiaron científicamente en diversos proyectos, bajo la autorización del INAH.
La zona arqueológica resguarda 16 monumentoslocalizados a lo largo y ancho del Cerro Cuahilama. Las construcciones se realizaron en un mismo periodo y hacen alusión a la cosmovisión nahua prehispánica y a su calendario, informó el INAH a este medio.
En cuanto a los relieves de basalto, están el Nahui Ollin que representa el nacimiento del Quinto Sol y los rumbos cardinales de la tradición nahua; el Xonecuilli o Ce Cipactli que es un cocodrilo o el bastón de mando del Dios Quetzalcóatl y que marca el inicio de la veintena de los días, de acuerdo al calendario solar mesoamericano.
En el conjunto de igual forma se aprecia el símbolo de la guerra y los sacrificios humanos, a través de la Papalotl o mariposa que está labrada al lado de la planta sagrada de los xochimilcas, el Huacalxochitl. Un perro xoloitzcuintle hace eco del décimo día del calendario nahua, que se relaciona con Xólotl, el gemelo de Quetzalcóatl.
También está la Ocelocohuatl, que es la Mujer Serpiente, Diosa de la maternidad y la fertilidad; de igual forma el Nahualapa, que se hizo como un mapa de piedra del lago de Xochimilco, 56 manantiales de agua, ocho edificios y múltiples senderos. El Ocelotl o felino es la guerra y el décimo cuarto día del calendario solar.
Así como la imagen de Yaoquizqui (El Guerrero), la del Xonecuitl (El Pie Rizado), que simboliza a la Vía Láctea y está vinculado a la guerra y el sacrificio; la Itzpapalotl (Mariposa de Fuego) que es la poesía, el canto, la danza y el Sol. Hay además una visión de la Yoloxochitl, que es la flor de Magnolia, y de la Acocoxochitl, que es la flor de Dalia.
Por último, en Santa Cruz Acalpixca se pude visitar un museo que tiene un acervo de más de 12 mil piezas antropológicas que fueron encontradas y donadas por la comunidad, así como durante excavaciones arqueológica. En el presente se exhiben dos mil, la más representativa es la piedra de Tetitla, una representación de la danza de la primavera.