Si sabes que el Martes 13 es de mala suerte seguro eres un vecino supersticioso pero ¿por qué tienes está creencia? Aquí las teorías.
¿Alguna vez has escuchado que el Martes 13 es de mala suerte? Pues te tenemos respuestas…
No podemos invitar a un “100tificko” para que nos diga por qué somos supersticiosos pero en el imaginario popular hay ciertas teorías del por qué se hizo tan famosa la frase de el martes 13 es de mala suerte:
¿Por qué creemos que el Martes 13 es de mala suerte?
El primero es muy bíblico, hubo 13 personas que participaron en La Última Cena: Jesucristo y sus 12 apóstoles, ya sabemos que eso terminó mal, por un traidor, de ahí que Judas también sea un ave de malos presagios.
El desastre en la famosa Torre de Babel ocurrió en Martes (quizá 13) y así nació todo el deschongue de lenguas.
Si andas más Thor y menos creyente, un mito nórdico, cuenta que a nuestro querido hermano de Thor, Loki, le invitaban a los bacanales de relleno, él resultaba ser el asistente número 13… ¡qué casualidad!
Según los amantes del Tarot, en dicho acto el arcano número 13 representa en algunas lecturas a la muerte y la desgracia. ¿Te ha salido en la baraja?
Pero si eres fan de cuidar tus energías y crees más en el horóscopo que el cambio climático, estos rituales para evitar que el Martes 13 es de mala suerte te van a gustar.
Martes 13 es de mala suerte: rituales chilangos
Diente de ajo. Un clásico de las abuelas. Guarda uno en tu bolsillo y ve aromatizando todo a tu paso para alejar las malas vibras. Al final del día tiralo y “pide” a quién más confianza le tengas.
Limón en la bolsa. Muchas personas guardan hasta lo inimaginable en sus bolsillos. Te toca llevar un limón y esperar a que absorba las malas vibras por ti. Tiralo al final del día.
Arrojar sal. Dicen que lo pasado pisado. Si quieres evitar el martes 13 es de mala suerte. Arroja un poco de sal a tus espaldas y ten fe en que todo estará bien.
Así pasa cuando sucede vecinos, recuerden comer frutas y verduras y no andar de supersticiosos, a pesar de la cultura popular hay cosas que no se pueden predecir.