El Sismológico Nacional lleva más de ciento diez años de servicio a la nación, por eso aquí te queremos compartir ¿qué es y cómo funciona? En abril de 1904, México y otros 17 países se reunieron con el fin de crear la Asociación Sismológica Internacional y mejorar la instrumentación sísmica a nivel mundial. Así fue que el gobierno mexicano comenzó la instalación de una red sismológica en todo el territorio nacional y el 5 de septiembre de 1910 se inauguró en Tacubaya la primera estación sismológica que quedó a cargo del Instituto Geológico Nacional dependiente de la Secretaría de Minería y Fomento.
Entre 1910 y 1923 se instalaron 9 estaciones sismológicas: la central en Tacubaya, CDMX y otras foráneas en Mazatlán, Oaxaca, Mérida, Chihuahua, Veracruz, Guadalajara, Monterrey y Zacatecas. El Sismológico Nacional pasó a ser parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1929 y para 1948 quedó adscrito al Instituto de Geofísica de la misma institución.
A partir de los años sesenta se comenzaron a mejorar y modernizar tanto las instalaciones como los aparatos, ejemplo de ello fueron los sismógrafos electromagnéticos, y las estaciones telemétricas digitales. Años después la Red Sísmica de Apertura Continental (RESMARC) se integró al Servicio Sismológico Nacional (SSN) permitiendo un óptimo monitoreo sísmico en el país; ya se podía contar con registros en tiempo real desde diferentes puntos de la República Mexicana. A finales de los ochentas, la Red Telemétrica del Sismológico Nacional recibió el apoyo de Petróleos Mexicanos (PEMEX), a fin de ampliar sus canales de red.
La función del Sismológico Nacional es registrar, almacenar e informar a las autoridades y población en general todo lo referente a la sismicidad en el país, así como colaborar con instituciones de monitoreo e investigación a nivel nacional e internacional. Para eso, el SSN cuenta con 97 estaciones de red para el monitoreo de sismos, las cuales están divididas en subredes:
Red de Banda Ancha, su función es monitorear continuamente los fenómenos sísmicos, se encuentran distribuidas en toda la República Mexicana a través de los observatorios sismológicos; estos cuenta un sismómetro (sensor de velocidad), un acelerómetro (sensor de aceleración), un digitalizado que permite almacenar la información y un sistema global de navegación por satélite (GNSS) con el que se proporciona la localización espacial y temporal precisa, al igual que el tiempo gracias a un reloj GPS.
Red del Valle de México, son 30 estaciones de monitoreo sísmico, 16 en la CDMX, una por alcaldía y el resto distribuidas en el Estado de México. Los equipos cuentan con batería y almacenamiento independiente de transmisión de datos, por lo que si ocurriera una falla eléctrica, los datos sísmicos son grabados en sus respectivas memorias.
Red de Tacaná, está compuesta por tres estaciones y sus datos se transmiten por radiofrecuencia al Observatorio Sismológico de Tapachula (estación THIG); todas cuentan con un reloj GPS que permite una referencia de tiempo precisa.
CTBTO, es la Comisión Preparatoria para la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, en el país se cuenta con 3 estaciones hidroacústicas (sísmicas) ubicadas al norte, sur y este de Isla Socorro, Colima. Cuando ocurre un sismo, erupción volcánica o explosión nuclear en el mar, genera ondas acústicas o de sonido; así esta información se digitaliza y envía al Centro de Monitoreo del Sismológico Nacional y después a las instalación del CTBTO en Viena, Austria.