Aunque no lo creas, hubo un momento en el que los canales de Xochimilco fueron el hogar de algunos manatíes y aquí te contamos cómo es que esto sucedió.
Si alguna vez escuchaste una leyenda urbana que involucraba a Xochimilco y a un grupo de manatíes, te informamos que esto en realidad sí pasó.
La historia empieza con una plaga y termina con una inusual solución ecológica que aterrorizó a los pobladores de esta región.
La invasión del lirio acuático en Xochimilco
Xochi es un lugar precioso que se ha caracterizado por sus canales y trajineras, recibiendo visitas nacionales y del extranjero año tras año. Además, esta zona lacustre cuenta con una gran belleza natural y goza de una enorme diversidad de flora y fauna.
Entre éstas se encuentra el lirio acuático, una flor violeta con la que seguramente te has encontrado en alguno de tus paseos por este lugar. Una de las particularidades de dicha planta flotante es que se reproduce rápidamente hasta convertirse en una plaga.
No se sabe exactamente cómo llegó al humedal, pero algunas personas afirman que fue gracias al expresidente Porfirio Díaz.
Sin embargo, otras fuentes aseguran que fue la Emperatriz Carlota quien la trajo a estas aguas en el siglo XIX. Lo que sí es un hecho es que la persona que tomó la iniciativa no sabía el daño que le estaría haciendo al ecosistema.
La planta no solo ha desplazado a especies nativas, sino que también dificulta la circulación de las trajineras por los canales. Fue precisamente ésta la razón por la que, en la década de 1970, los locales levantaron la voz y pidieron a las autoridades capitalinas darle solución al asunto.
Manatíes al rescate de Xochimilco
Durante años, el problema del lirio acuático ha sido atendido con distintas estrategias que buscan hacer frente a las afectaciones. Entre todas éstas hay una que sin duda resalta.
A mediados de los 70 se decidió que introducir manatíes a los canales sería una solución definitiva. Resulta que estos mamíferos marinos se alimentan a diario con alrededor de 250 kilos de esta planta. Así, cuatro ejemplares de esta especie animal llegaron desde Chiapas directo a Xochimilco.
El plan estaba funcionando, pero olvidaron un pequeño detalle. Los habitantes de la zona nunca fueron avisados. Es por esto que al ver a unas extrañas criaturas nadando muy cerca de las trajineras, inmediatamente pensaron que se trataba de un monstruo.
Debido al terror que provocaron, las personas los empezaron a cazar para posteriormente comerlos hasta en taquito. Finalmente, lograron desaparecerlos.
Lamentablemente, los manatíes no tuvieron un final feliz y el lirio acuático continuó siendo un problema para los cuerpos de agua de Xochimilco.
Actualmente se recolecta de forma manual para evitar más problemáticas y se están explorando alternativas para aprovecharlo de forma sustentable.